Un reciente video viral que tuvo lugar en San Francisco, Estados Unidos, se ha apoderado de las redes sociales. Se puede ver a una mujer blanca, identificada como Alison Ettel, quien llamó a la policía para denunciar a una pequeña de 8 años por vender agua embotellada sin permiso.

Una ola de ira e indignación se desató inmediatamente en la red, ya que se trataba sólo de una niña, cuya familia es de raza negra, calificando al hecho como de racismo puro.

La niña, que es mestiza, había colocado su puesto de venta ambulante frente a su domicilio, en el AT & T Park, durante un partido de béisbol de los San Francisco Giants. Es muy común que este tipo de iniciativas surja entre los pequeños para ganarse un dinero de manera creativa, y a nadie se le ocurre llamar a la policía.

Fue la madre de la niña, Erin Austin, quien estuvo presente junto a su hija mientras la pequeña anunciaba que vendía agua embotellada. En ese momento, Ettel intervino de la manera más injusta, llamando a la policía para denunciarla.

Austin publicó el video en su cuenta de Instagram, pidiendo a la comunidad que lo divulgara, y las redes no demoraron en reaccionar:

«Una niña de ocho años vendiendo agua frente al edificio de su apartamento donde ha vivido toda su vida no es motivo para llamar a la Policía», afirma Austin.

En el video, se ve a la madre siguiendo a la mujer blanca que se aleja mientras habla por teléfono.

Cuando la mujer blanca parece esconderse agachada detrás del muro, se puede escuchar a la madre diciéndole que puede ocultarse todo lo que quiera.

«El mundo te verá”, le dice Austin. Pero Ettel repone que está vendiendo agua sin permiso, a lo que la madre le dice: «En mi propiedad». «No es de tu propiedad», responde la mujer que denunció el hecho a la policía.

Sin embargo, la policía nunca apareció en el lugar de los hechos.

Ettel, por su parte, le dijo a un periodista que la razón por la que trató de denunciar a la niña era porque hacía demasiado ruido y perturbaba su trabajo, por lo que fingió que la estaba denunciando para que se diera cuenta de que no estaba haciendo algo legal.

Sin embargo, el video tuvo tanta repercusión que las redes no tardaron en identificarla y revelar que era Alison Ettel era dueña de una compañía que vende productos de marihuana para perros, por lo que tras conocerse su abuso una compañía decidió dejar de hacer negocios con ella.

«A partir de hoy, Magnolia ya no hará negocios con Treatwell Tinturas después de ver este video de su CEO llamando a la policía por una vendedora de 8 años vendiendo agua en un día caluroso, decidimos sin dudas de que ya no patrocinaremos a su compañía», fue el comunicado de Magnolia Wellness Cannavis Dispensary.

Por otra parte, la prima de la pequeña y usuaria de Twitter @_ethiopiangold, también publicó el indignante hecho, y las redes explotaron de indignación.

«Entonces mi primita estaba vendiendo agua y no tenía permiso, así que esta señora decidió llamar a la policía, ¡es una niña de 8 años!», dijo.

«No puedo responder a todos porque han habido tantas respuestas, pero mi familia les agradece a todos por los comentarios graciosos, memes y palabras de aliento, a mi primita le está yendo bien para aquellos que preguntan y su madre va a presentar cargos por acoso», respondió la familiar de la pequeña, mostrando el inocente hecho que tanto indignó a la mujer blanca.

El material fue compartido en todas las redes y el apoyo masivo hacia la menor fue impresionante. Muchos aseguraron que si se hubiese tratado de una niña de raza blanca en la misma situación, la mujer no habría llamado a la Policía.

«Se trata del color de la piel», escribió un usuario.

«Hay niños que han estado vendiendo limonada en las calles desde que Cristóbal Colón llegó al continente equivocado. A nadie le ha importado que un niño intente ganarse un dólar, hasta que Trump fue electo. Y ahora, solo los niños blancos pueden vender bebidas», opinó otro usuario.

Twitter / Instagram

Sin embargo, acusada no tardó en defenderse y alegar que la madre de la niña estaba «gritando sin parar» para promocionar el producto que vendían cerca de su oficina. Aparentemente, la molestó tanto que pidió ayuda al guardia de un edificio cercano que interviniera, pero al no recibir apoyo, tuvo que hacer el «show» de llamar a la policía.

«No tengo problemas con las mujeres jóvenes emprendedoras. Quiero apoyar a esa niña. El problema era la madre y que no se callaba», reiteró.

¿Qué piensas del comportamiento de esta mujer indignada por una niña que sólo quería ganarse la vida? ¿Crees que su reacción es justificable? Déjanos saber tu opinión y compártela en tus redes.

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