Una dolorosa tragedia ha tenido que enfrentar una familia de Santos Lugares, en la provincia de Buenos Aires, Argentina.

Los hechos sucedieron el día de ayer cuando Rodrigo Sebastián Oses, un hombre de 36 años, fue a dejar a su esposa a la oficina. De regreso, como de costumbre, debía llevar a su hija de 1 año a la guardería. Pero por razones que se desconocen, estacionó en su domicilio y dejó a la pequeña Catalina encerrada al interior del auto.

Y no fue sino 10 horas más tarde, alrededor de las 18h00 cuando al ingresar a su auto para supuestamente ir a recoger a la pequeña, cuando se dio cuenta de su grave olvido.

En todo ese tiempo, desde aproximadamente las 8h30 de la mañana, hora en que quedó encerrada la criatura, no fue capaz de acordarse que nunca la llevó.

Cuando abrió el vehículo, lo que encontró fue una escena de terror. La pequeña ya sin vida no respondía, así que inmediatamente llamó al 911 y se presentaron los servicios de emergencia para llevarla de urgencia al hospital.

Allí hicieron todo lo posible por reanimarla, pero ya era demasiado tarde. Los informes preliminares de la autopsia revelaron que la pequeña Catalina falleció de hipertemia y asfixia, y se calcula que se mantuvo luchando por su vida durante 4 horas, hasta que al medio día ya perdió el conocimiento.

El hombre aseguró antes los policías que la pequeña había quedado en el asiento de atrás y que al no verla, pensó que la había dejado en la guardería.

«El papá empezó a gritar, me metí en el auto y vi a la nena sin signos vitales. Tenía el chupete puesto», declaró una de las vecinas.

La fiscal ordenó la inmediata detención de Oses, acusándolo de homicido culposo, y será indagado para averiguar los móviles de la grave negligencia, además de confirmar le versión de que recientemente habría padecido un accidente cardiovascular y estaba atravesando una situación de estrés extremo, lo que le habría llevado a cometer semejante omisión.

«El hombre a veces se perdía un poquito. El auto estaba todo cerrado, tenía vidrios polarizados», dijo otra mujer.

«Es una tragedia. El hombre es una gran persona. Lo conozco de toda la vida. Tiene una familia bien conformada. Pasé cuatro o cinco veces al lado del auto porque estacionó en frente, pero no escuché nada», dijo profundamente afectada una vecina.

Por su parte, la madre de la pequeña no ha rendido declaraciones, pero sin duda el 6 de noviembre es un día que quedará marcado por el resto de sus vidas, del que difícilmente podrán reponerse.

No es  la primera vez que suceden tragedias del estilo, las autoridades instan a la comunidad la conveniencia de no tener vidrios polarizados especialmente cuando se tienen niños pequeños. De ser así, Catalina podría haber sido vista por los vecinos.

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