Cuando Natalie Hirst, de 28 años, vio fotos suyas después del nacimiento de su tercer hijo, se impactó tanto por su aspecto y su exceso de peso que supo que tenía que cambiar.

No se trataba de algo nuevo, ya que su historia en la lucha por mantener un peso razonable venía desde que dio a luz a su primer bebé a los 22 años, había llegado a pesar ¡130 kilogramos!

«Me disgustaron mis fotos y no podía creer la diferencia. Estaba a 48kg del cuerpo de mi boda. Ver la realidad prendió fuego en mi interior», confesó Natalie.

Natalie cuenta que usó como excusa todos sus embarazos anteiores para comer lo que sea, sumado a que no hacía nada de actividad física por recomendación médica, debido a que le diagnosticaron una delicada afección que casi termina en un ataque cardíaco.

Después del primer embarazo tras haber subido más de 30 kilos, decidió empezar una dieta estricta. Pero cuando su hija tenía casi 2 años y había logrado llegar al peso que tuvo en la adolescencia, volvió a quedar embarazada. Y nuevamente, el estrés y la ansiedad la llevaron al peor efecto rebote, ganando 35 kilos de peso.

Y tras dar a luz, cuando estaba decidida a empezar de nuevo en su lucha, tan solo 10 semanas después, Natalie casi muere cuando descubrió que estaba embarazada por tercera vez, una situación totalmente inesperada que la llevó a embarcarse en otro ciclo de exceso de comidas y falta de ejercicio.

Fue entonces, cuando después de que los médicos le hubieran dado luz verde para hacer ejercicio, se embarcó en un plan de adelgazamiento, a base de comer saludable y beber mucha agua.

«Comencé asegurándome de que mi consumo de agua estaba en el punto adecuado, así que bebía aproximadamente tres litros por día, que es algo que me habían dicho que hiciera. Luego llené mi armario con opciones saludables y también observé el tamaño de mis porciones», dijo Natalie.

Incluso aseguró que no se privaba de lo que le gustaba, como puede ser una golosina; confiesa que la clave estuvo en las «porciones pequeñas».

«Nunca me lo perdí. Si quisiera algo como el chocolate, cambiaría algo más o haría una caminata de media hora para compensarlo».

A eso siguieron arduas rutinas de entrenamiento y tras varios meses de mantenerse en su peso y seguir bajando más y más, decidió que debía ayudar a otras personas que pasaran por lo mismo, convirtiéndose en entrenadora personal en el gimnasio Trend Fitness Morphett Vale.

De 130 kilos llegó a pesar 71 kilos.

Su bajada de peso fue efectiva, pero evidentemente quedó con más de 900 gramos de piel suelta.

Se sometió a una cirugía reductiva, así como para reparar sus músculos abdominales.

Ahora Natalie está convencida que sí se puede y así se lo recomienda a todas las personas que atraviesan por todo lo que ella pasó: «Empieza poco a poco y haz pequeños cambios. Todo comienza con un pequeño paso a la vez».

DIETA RECOMENDADA POR NATALIE:

Desayuno: Huevos, un batido o avena. Media mañana y media tarde: Frutas, verduras, pasteles de arroz, barras de proteínas, batidos de proteínas o nueces. Comida: ensalada de proteínas (pescado o pollo) y una porción de carbohidratos de liberación lenta. Cena: Proteína con verduras y carbohidratos.

¡Su transformación es impresionante! Es una prueba de que no hay resultados sin verdadero espíritu de lucha y voluntad. ¡Compártelo con tus amigos!

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