Siobhan O’Flynn es la madre de un pequeño de tan solo seis años que ha tenido que pasar por una de las experiencias más duras: la lucha contra el cáncer. El pequeño Dylan Williams comenzó a tener un problema en una mejilla.

En Estados Unidos 14 de cada 100.000 niños padecen de cáncer infantil.

El primer diagnóstico fue de paperas; pero los tratamientos para esto parecían no afectar en absoluto la hinchazón de Dylan. Su mamá Siobhan decidió seguir buscando la causa de los síntomas de su hijo así que acudió a un dentista ya que pensó que podría tratarse de un absceso bucal.

La hinchazón en la mejilla era el único síntoma externo, pero dentro de su organismo todo se estaba poniendo peor.

La familia continuaba sin recibir respuestas sobre lo que estaba sucediendo con el pequeño y los síntomas solo parecían aumentar vertiginosamente. Una noche, Dylan se despertó con mucho dolor y los labios hinchados. Le aseguraron que se trataba de una simple alergia, pero el extraño bulto de su mejilla seguía sin desaparecer.

Con cada diagnóstico errado transcurría el tiempo y el cáncer se expandía de manera incesante.

Unos exámenes posteriores revelaron algo que nadie se esperaba. A través de una radiografía pudieron detectar no solo el bulto de la mejilla, sino muchas otras masas cancerígenas en su cabeza y columbra vertebral.

“Quedamos en shock. Tenía cáncer por todos lados pero no había ninguna indicación”

A pesar del aspecto robusto y saludable de Dylan, el cáncer llevaba mucho tiempo esparciéndose por todo su cuerpo. Se trataba de un tipo de cáncer muy extraño.

El nombre técnico de este tipo de cancer es linfoma linfoblástico de células B y es uno de los más peligrosos.

Dylan debió someterse a sesiones de quimioterapia y debió enfrentar los rudos efectos secundarios. Sus nervios se vieron tan afectados que le costaba escribir y había perdido gran parte de su cabellera.

Poco a poco el fuerte tratamiento comenzó a dar sus frutos y todos los tumores empezaron a reducirse.

Los tumores le presionaban un ojo, la columna, el cerebro, los riñones y las costillas.

Hoy en día ha comenzado a reintegrarse a su vida. Todavía no tiene la fuerza para asistir todos los días a clases, pero su familia lo apoya por completo durante su terapia de mantenimiento y ha vuelto a ser el niño alegre y enérgico de antes.

Dylan se tuvo que someter a 20 punciones lumbares.

La dura experiencia transformó por completo a su familia, y su madre abrió un blog para crear conciencia sobre la cantidad de niños que se ven afectados por esta dura enfermedad.

“La ironía de pasar por una situación difícil es que trae aspectos positivos peculiares en los que nunca hubiera pensado”.

Dylan todavía tiene un largo camino que recorrer. Los médicos aseguran que deberá ser monitoreado de por vida y que quizás se vean comprometidas su fertilidad y sus capacidades motoras.

En total Dylan tuvo que recibir 55 rondas de quimioterapia.

Mirror

Ante tan difícil pronóstico Siobhan se encuentra muy agradecida de tener todavía a su pequeño junto a ella. No ha dejado de apoyar a su hijo un solo día y se siente orgullosa del duro camino que han recorrido.

Te invitamos a compartir la lucha que ha dado este pequeño de 6 años para crear conciencia sobre los estragos que el cáncer causa en los más pequeños.

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