Son diversos los casos de mujeres que no han dejado de denunciar la evidente discriminación de género que sufren en el momento de ser consideradas para una nueva posición laboral. Así lo había dado a conocer meses atrás, una joven de Barcelona, cuando tras aplicar a un trabajo, la respuesta que recibió fue: «Créeme, se necesita un hombre».

En pleno siglo XXI, todavía el colectivo femenino sigue sufriendo estas discriminaciones, no ya sólo de género, sino también culturales y raciales.

Es lo que nuevamente otra chica española, Laila Serroukh, de religión musulamana, ha tenido que afrontar y tras hacer pública su terrible experiencia, las redes no han tardado en reaccionar.

Laila es fotógrafa, y tiene formación periodística, por lo que relata que estaba interesada en buscar trabajo durante el verano, «en lo que fuera».

Tras haber colocado su currículo en una aplicación de búsqueda de empleo, Corner Job, fue contactada para realizar una entrevista. Pero una vez que asistió al lugar, fue descaradamente descartada por el simple hecho de llevar el conocido velo islámico, «el hiyab».

Ella comenta que no era un detalle que lo escondiera; de hecho, en la foto que había usado para su hoja de vida, aparecía con el velo. Por lo que que le pareció indignante que, tras haberle hecho conducir por más de 30 minutos para llegar a la supuesta entrevista, la rechazaran así sin más, haciéndole ver claramente que el problema era el atuendo.

Laila denunció el hecho en su cuenta de Instagram, en una de sus stories destacadas, video que después subió a su canal de Youtube, donde relata con detalle toda la situación de discriminación a la que fue expuesta.

Pero ha sido la activista Desirée Bela-Lobedde, quien también había denunciado una agresión racista de unos pequeños a un niño de raza negra en Bilbao, la que ha resumido la experiencia de Laila en un hilo de Twitter, dándole todo su apoyo.

«Cuando la han visto llegar con el hijab puesto [igual que en la foto de su currículum, by the way], y después de haberla preseleccionado, le han dicho [redoble de tambores] QUE NO LE IBAN A HACER LA ENTREVISTA. Atiende, que viene el por qué… «Estamos buscando a gente CON EL PELO DESCUBIERTO», le dice la tipa. OLA K TAL.», inicia el hilo de los mensajes de la activista.

Al parecer, la mujer que la recibió en la empresa, antes de siquiera conocerla, le dijo que el puesto era de cara al público y después su descarada justificación para no aceptarla:

“Los clientes no van a querer que les atienda UNA CHICA COMO TÚ”.

«Mira, solo de pensar en tener que decir algo tan racista, se me cae la cara de la vergüenza torera», ha dicho Desirée.

Laila no podía creer lo que estaba escuchando, sobre todo porque ella había publicado su imagen con velo, porque ha dicho que es así «como quiere mostrarse y como quiere que la contraten». Por lo que la joven no dudó en mostrarles su indignación y cuestionar por qué la habían llamado entonces, a lo que le objetaron:

«Es que pensamos que eras de esas que se lo quita y te preseleccionamos para no discriminar».

Tras la humillante escena de decirle en la cara por qué la rechazaban, le devuelven el currículo en la cara. Así termina la historia que la activista ha denunciado indignada:

Este es el relato completo de la propia Laila, que logró enardecer a las redes. Parece increíble que a estas alturas tengamos que ser testigos de historias como la suya, pero ciertamente ella sólo es una muestra de lo que sucede a diario en el mundo entero.

Después de haber hecho pública su historia, Laila recibió muchos mensajes de apoyo. Sin embargo, no faltó el que le dijo que la equivocada era ella buscando trabajo en un país culturalmente diferente al suyo:

Laila, por su parte, no ha querido convertir este incidente en una discriminación personal, ha querido crear ruido para que otras mujeres levanten la voz.

Instagram / Twitter / Laila Serroukh

Y por eso incluso no ha querido revelar el nombre de la empresa, para que esta protesta vaya mucho más allá. Así lo publicó en un nuevo video en su canal, invitando a levantar un movimiento con el hashtag #UnaPersonaComoYo:

«Vamos a hacer mucho ruido. Me están mostrando lo bonito que es el mundo, lo importante que es la diversidad y que en todo lo malo siempre queda una pizquita de esperanza con la que podemos cambiar las cosas a mejor. Juntos podemos conseguirlo, los invito a acompañarme en esta nueva etapa en la que vamos a hacer tangible el movimiento que me ha devuelto las ganas de trabajar, trabajar en el sentido más complejo de la palabra. Trabajar en el cambio, trabajar en la mejora, trabajar para que todos tengamos el derecho de hacerlo. Manos a la obra. #UnaPersonaComoYo en un espacio laboral diverso, cómodo y completo. Es posible».

¡No podemos callar! Comparte esta noticia con tus amigos para crear conciencia y que el mundo sepa que una persona como Laila tiene los mismos derechos que cualquiera.

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