Tania lucía radiante el día que sería el más feliz de su vida. Con su voluminoso vestido azul turquesa se encontraba llena de ilusiones, pero lo que no sabía es que precisamente ese día una tragedia lo ensombrecería todo, cortando sus alas para siempre.

Al parecer, en la mañana, como parte de la costumbre en algunos lugares, Tania asistiría a una Misa de Acción de Gracias por motivo de sus 15 años. Y ya vestida y maquillada, procedió a montarse en un caballo para asistir a la ceremonia en la iglesia de Santa Cruz Tetela, en Tlaxcala, México. 

Repentinamente, el caballo perdió los estribos preso de los nervios, derribando bruscamente al suelo a Tania, dejándola sin vida, y acabando así todos sus sueños por cumplir.

El accidente sucedió a las 15:30, cuando Tania estaba apenas a 100 metros de su hogar, según revelaron las fuentes policiales.

«Un perro se cruzó en el camino del animal y comenzó a ladrarle fuertemente, algo que asustó al caballo y provocó que se alzara lanzando a nuestra Tania al camino», declararon sus padres que no podían superar el dolor.

Apenas oyeron relinchar al caballo y el severo golpe en el camino de tierra, su padre fue corriendo para socorrerla, pero ya era demasiado tarde; Tania tenía daños cerebrales irreversibles que acabaron con su vida.

Inmediatamente se acercaron los servicios de emergencia locales, pero enseguida confirmaron el deceso de la joven. Al dolor de la prematura partida de su hija, se le sumó que los forenses demoraron más de 2 horas en llegar, por lo que los padres tuvieron que llevarse el cuerpo de su pequeña, a la vista de los moradores que no podían creer lo sucedido.

Valiéndose de una sábana, cargaron el cuerpo de Tania y los tíos y padrinos introdujeron su cuerpo en la casa, donde estaba el grupo damas y caballeros, amigos de la quinceañera desconsolados por su partida.

Por su parte, la madre de Tania, Maricruz Cocoletzi, a pesar del tremendo dolor por el que estaban atravesando, agradeció el inmenso apoyo de todos los familiares, amigos y moradores del lugar, y compartió la última foto de Tania montada en el caballo prestado por un vecino, que le arrebataría la vida.

«Nada me puede quitar esta tristeza. No se lo deseo a nadie, pero sé que está descansando y agradecemos a todos los que nos ayudaron en los gastos del velorio, fue muy bonito encontrar consuelo», dijo la madre.

Tlaxcala

«Cuando taparon el ataúd, vi cómo en el cielo se juntaron dos nubes formando una paloma junto al sol…, entonces celebramos como si todavía estuviera con nosotros», continuó Maricruz, sin dejar de advertir a los padres que extremaran el cuidado en este tipo de efusivas celebraciones.

Enviemos un mensaje de solidaridad a los padres de Tania y compartamos esta noticia para advertir a otros.

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